‘Crónicas del Desencanto‘ es una película coral, cuyo punto de partida radica en cinco personas, desconocidas entre si, que coinciden en una terapia de ayuda. Estas cinco vidas nos llevarán a otras y otras, y seremos testigos de sus miserias y pasiones hasta descubirir que sólo en nosotros mismos está la solución.
DANIEL LEÓN LACAVE (1973)
Después de 10 años como realizador y guionista de cortos como ‘Autoretrato‘, ‘Los pechos de Paula‘, ‘Cerca del mar‘, ‘Rota‘, ‘El último plano‘o ‘Ángeles‘; Daniel León Lacave se atreve a dar el salto al formato largometraje con un guión escrito a tres manos, entre él y los actores Borja Texeira y Lamberto Guerra.
En ‘Crónicas del desencanto‘ según nos cuenta su propio director, se encuentra su personal mirada ya mostrada en anteriores trabajos, el desgarro emocional que también acompaña a casi toda su obra, y también un homenaje a todos esos actores que le han acompañado durante esta última década entregada a la pasión cinematográfica.
Como en anteriores ocasiones, Daniel se ha prestado a responder a esta entrevista sobre una película con un extenso casting, formando por Borja Texeira, Cathy Pulido, Lamberto Guerra, Penélope Acín, Fátima Luzardo, Leonor Cifuentes, Víctor León, Sara Guerra, Abraham Santacruz, Dácil León, Yazmina Ramírez, David Curtelin, Tonono González, Gustavo Duarte, Carmelo Alcántara, Tamara Déniz, y Claudia López, entre otros.
Origen del proyecto
Es curioso. Esta historia tiene del mismo origen literario que mi cortometraje “Rota” del 2011. Se trataba de un esbozo de novela que escribí hace tres o cuatro años, y en la que ya constaba el título “Crónicas del desencanto“. En 2011, ante lo que me parecía una imposibilidad absoluta de adaptar una trama tan larga, decidí reconvertirla adaptándola a un formato corto y el resultado fue “Rota“. La novela en sí no tenía un final, ni era demasiado concreta, así que “Crónicas del desencanto” y “Rota” son dos resultados completamente diferentes, con muy pocos puntos en común, a pesar de beber de la misma fuente.
Después, en una ocasión buceando en mi disco duro, me encontré con el archivo word que guardaba la novela, y tras releerla decidí enviársela a mi compinche Borja Texeira, para ver que le parecía a él. Lo hice sin ninguna intención real de terminar rodando la historia. Sólo quería conocer su opinión y si a él se le ocurría como continuar la trama y terminarla. Lo demás fue inercia. Borja empezó a escribir y a enviarme lo que escribía. Fuimos entre los dos dándole forma, guionizando. Yo me encargué de las secuencias, escaletas etc etc, y él de construir los diálogos y desarrollar las secuencias.
Al final, casi sin querer, nos encontramos con un guión en las manos y casi que no nos quedó mas remedio que rodarlo.
Trabajar en la edición del largometraje de Fátima Luzardo ‘La Nada cotidiana‘ ¿fue quizás determinante a la hora de “tu estreno en largo”? ¿o era algo que ya acariciabas antes de este proyecto?
Es una pregunta interesante. No lo sé. la verdad. De ser así, no soy consciente, pero puede que sí. Puede que al trabajar las imágenes de “Lanadacotidiana” que Fátima me pasó, descubriera que sí, era posible meterse a rodar un largo, con bajo presupuesto y que el resultado fuera digno. “Lanada…” representó para mi todo un desafío y un aprendizaje, y “Crónicas…” ha resultado siendo lo mismo.
Ambas historias son corales, de muchos personajes entrecruzándose, pero ahí terminan las conexiones, exceptuando, claro está, que Fátima actúa en “Crónicas…“, bordando uno de los papeles principales.
Un reparto muy coral. ¿Cómo fue trabajar con tantos actores, principales y secundarios?
Una experiencia enriquecedora, y una master class de dirección de actores en toda regla. Trabajar con veinte actores, cada uno con su técnica propia, su estilo, su bagaje personal y muchas veces hasta con cinco de ellos en la misma secuencia ha sido algo realmente interesantísimo. Además me gustaría destacar que el reparto coral de “Crónicas…” incluye a intérpretes de ambas islas, cosa que me enorgullece muchísimo. Haber logrado reunir a casi lo mejorcito del archipiélago es todo un lujo.
Con algunos, como Lamberto Guerra, Penélope Acín, Cathy Pulido, Borja Texeira o Fátima Luzardo, pues ya sabía excatamente lo que me iban a ofrecer en cada una de sus frases, así que los dejé libres a su aire para crear el personaje a su antojo. Hasta el punto que, Lamberto Guerra, por ejemplo, se implicó tanto en la construcción de su rol en la película, que acabó por escribir muchos de sus diálogos, y hasta alguna escena, por lo que terminó por aparecer en los créditos como co-guionista. Por otra parte, también trabajé con actores y actrices con los que no había trabajado nunca, como Leonor Cifuentes o Sara Guerra. Ellas no conocían mi método de “soltar el sedal” a los actores, pero creo que lo pillaron en seguida. Ahí está el resultado. Creo que esta película refrenda por si sola esta manera de dirigir a los actores. Breves indicaciones, y sin correa…
Muchos de los actores son personas que antes habían colaborado contigo en los cortometrajes. ¿Supone de alguna forma un homenaje a todos ellos, el incluirlos en el reparto de ‘Crónicas del desencanto’?
Absolutamente. De principio a fin.Cuando tomé la decisión de rodar un largometraje, después de diez años rodando cortos, me salió la vena nostálgica y recordé mis primeros trabajos y a las personas que habían colaborado en ellos. Recordé la inocencia, la candidez y las ilusiones de aquella época, y como junto a los actores David Curtelin y Yazmina Ramírez, que protagonizaron mis tres primeras obras, soñábamos y creíamos realmente con que algún día haríamos un largomentraje junto y… voilá, nos comeríamos el mundo. Después el mundo nos comió a nosotros, como suele pasar.
Entonces decidí incluirlos a ambos en la película, aunque fuera a modo de cameo. Eso me dio la idea de empezar la cinta con un plano de David y Yazmina, y terminarla con uno de Borja y Penélope, pareja cinematográfica responsable de mis últimos trabajos. Y decidí que por en medio aparecerían todos los actores con los que he tenido el privilegio de rodar durante estos diez años, y dedicarles a ellos la película. Hubo algunas ausencias, quien no pudo estar, y quien no quiso estar. Una lástima en ambos casos.De cualquier forma, la película está hecha por y para los actores. Está pensada para su lucimiento casi personal, con diálogos y secuencias donde todo el peso recae sobre la interpretación. Un regalo de ida y vuelta.
Siempre me ha dado la impresión al ver tu obra, que contiene notas personales y diría incluso biográficas ¿Cuánto hay de esas notas en ‘Crónicas del desencanto’?
Hay algo, bastante, aunque no tanto como en otras ocasiones, quizás por la autoría compartida del guión. La cinta contiene algunas escenas de las que me apropio de forma casi autobiográfica, como una en la que vemos a una camarera detrás de una barra odiando realmente a los clientes. Mis veinte años en la hostelería dan como resultado esos tres minutos de catarsis. También se puede ver en “Crónicas…” elementos comunes, incluso guiños, al resto de mi obra. Hay cosas de “Ángeles“, cosas de “En el lago azul“, y persiste el desgarro emocional presente en casi todos mis cortos anteriores. Luego hay cosas que no son mías, pero que comparto en visión con mis compañeros guionistas Borja y Lamberto. Creo que ellos al escribir respetaron completamente la premisa, la atmósfera y el mensaje de mi relato. También las canciones de Víctor Lemes, original para la película, y Ángel Ravelo comparten la misma intención dramática. Y la banda sonora que está componiendo Jonay Armas va a ir en la misma dirección.
Diferencias al abordar los cortos y ahora al afrontar una empresa más grande
Buena pregunta, sí señor. Al principio me lo tomé como si de un corto más largo se tratara. O de muchos cortos que luego se unirían. Pero luego me di cuenta de que no era lo mismo en absoluto.
En un corto tiendes a condensar la trama, para ahorrar minutos, y lo haces eliminando escenas de transición que en un largo sí que deben permanecer. Tantos años rodando cortos me habían llevado a asumir esa práctica, asimilándola de forma inconsciente, y ahora me encontré de frente con otra realidad. De hecho, tuvimos que volver a rodar dos secuencias después de dar el rodaje por finalizado, ya que en la fase de montaje las eché de menos. También el grado de compromiso que les pides a tus colaboradores es mucho mayor, por lo que la contra-prestación ha de serlo también. Por eso repito que rodando “Crónicas…” he aprendido lo que no está escrito.
Próximos proyectos
Ahora mismo todo pasa por terminar la postpro de “Crónicas…” y luego ya veremos. Sigue habiendo guiones que martillean la cabeza, ideas que me persiguen y las ganas y la ilusión por rodar son las mismas. pero de momento no hay nada concreto en el horizonte. Te estoy diciendo esto y seguramente mañana me lance a otro cortito leve de esos.
No hay otro largo en proyecto, ni creo que sea necesario. Tampoco creo que deba cambiar y dejar de rodar cortos por el simple hecho de haber rodado un largo. “Crónicas…” no nació como una estrategia de nada, ni como peldaño en ninguna carrera. Simplemente surgió la necesidad de rodar algo un poco mas largo que en las ocasiones anteriores, y así lo hicimos. Si algún día vuelvo a necesitar contar algo otra vez de 90 minutos lo haré, y si mi historia debe durar 5 minutos, pues eso durará.
Agradecerte, como siempre, esta labor que realizas otorgándole su espacio a este tipo de cine, canario o no, haciendo llegar trocitos de levedad al público. Es una labor mas importante de la que a priori pueda parecer, y siempre estaré en deuda contigo por eso