El cineasta y escritor Armando Ravelo (1982) lleva desde el año 2012 acercándonos ficciones con trasfondo histórico en Canarias. Sus retratos del mundo aborigen en canarias se han visto reflejados tanto en los cortometrajes «Ansite» (2012) y «Mah» (2016) como en el largometraje «La tribu de las siete islas» (2017), todos ellos trabajos enmarcados dentro de su Proyecto Betenjuí, que busca ensalzar y recordar la historia de Canarias.
En 2018 y tomando como referentes historias de brujerías contadas en su tierra natal, Telde, escribe, dirige y estrena el cortometraje «La Cueva de las Mujeres«. Un drama desarrollado en el Telde (Gran Canaria) de los años 40 y filmado en gran parte en esas tierras. En ella se nos cuenta la historia de Sagrario (Sigrid Ojel), una mujer que se debe enfrentar a la violencia machista y las miradas retrógradas de la época, con el trasfondo de las llamadas brujas canarias en el periodo de posguerra.
En el elenco podemos encontrar también a los actores Alejandro Rod, Toni Baez, Saray Castro, Paula Garó, Amanda Fuentes o Nora Amaro, entre otros.
Hemos tenido la oportunidad de entrevistarle y nos ha contado cosas muy interesantes al respecto de la creación de este muy recomendable cortometraje que es «La Cueva de las Mujeres».
Origen del proyecto
La idea nace indagando sobre un tema que me tocaba muy de cerca. Soy de Telde, y la ciudad es conocida como la ciudad de las brujas. Empecé a investigar un poco y vi que la época de los años 40 sería el marco ideal para adentrarnos en la temática y tocar algunos puntos que me parecían interesantes.
¿Cómo fue el proceso para recrear una época, como la que describes en «La Cueva de las Mujeres»?
Fue realmente apasionante. Me encanta el cine histórico, y llevar a cabo la ambientación de La Cueva, fue muy especial. Poder revivir con el halo de la ficción una época pasada es mágico. Intentamos cuidar los detalles de la ambientación, vestuario y caracterización de los personajes. Creo que el trabajo del departamento de arte, dirigido por Sari Santana, fue especialmente bueno dado los escasos medios que manejamos. Todo el proceso fue bonito, desde la documentación hasta la implementación final.
¿Cómo fue el trabajo con Sigrid Ojel para crear el personaje? ¿Y con el resto de los actores?
Con todo el elenco fue sencillo trabajar, conectaron con los personajes de forma muy natural. Ensayamos bastante y fuimos al rodaje con las ideas bastante definidas. Creo que es interesante, porque cuando la cámara rueda ellos llegan con los papeles vivos y solo hay que matizar aspectos técnicos.
Una gran labor de recuperación de periodos históricos en Canarias la que llevas con este y anteriores trabajos en tu filmografía. ¿Ves necesaria una recuperación de nuestro patrimonio histórico o cultural?
Creo que es bastante importante ubicar la historia de cualquier pueblo, y la de Canarias en concreto está bastante deslavazada en el imaginario colectivo de las Islas. Para mí es un fértil huerto donde plantar las semillas de las historias que quiero contar.
¿Qué es a tus ojos, la parte más complicada de trabajar en proyectos ambientados en etapas de la historia anteriores?
Lo más complicado es el aspecto presupuestario. El cine de época precisa de una ambientación y un detalle cuya excelencia se alcanza a través de un departamento de arte sólido, y un presupuesto adecuado, por lo que las historias se han de adaptar y tratar de trabajar en modo resolutivo para alcanzar resultados más o menos dignos.
¿Nos puedes desvelar algo sobre tu próximo proyecto «Los ojos de la tierra»?
Volvemos a la etapa indígena, esta vez tratando el tema de la esclavitud. De fondo hay muchos temas interesantes que hemos intentado reflejar en una historia intensa y que nos ha emocionado mucho contar. Estamos muy ilusionados.
Próximos proyectos
Aún estamos decidiendo :).
Fotografías: Roberto Rodríguez.
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