cortometraje Aniversario de nada David Delgado San Ginés

David Delgado San Ginés sobre su cortometraje “Aniversario de Nada”

cartel cortometraje Aniversario de nada David Delgado San Ginés

Hoy nuestra sección un corto nos trae una pieza del director de cine y de fotografía David Delgado San Gines, titulada “Aniversario de nada“. Donde se nos cuenta la historia un suceso, que aunque a primera vista podría resultar trágico, no lo es para su protagonista.

David Delgado director de cortos como “El aire de un día“, “Sueño fronterizo” o “La oportunidad” y de fotografía en muchos trabajos audiovisuales canarios como “Los pechos de Paula” de Daniel León Lacave o “Como siempre” de Jairo López, entre otros muchos.

Hemos podido conocer de primera mano los recuerdos e impresiones al respecto de este trabajo de manos de su director, y esto es lo que nos ha contado. Al final del post podrán disfrutar de este cortometraje.

Es el primer corto que dirigí después de 14 años sin hacerlo (sin hacer ficción en la dirección después de “La oportunidad“, rodado en 35 mm. con medios escasos y sin ayudas), por motivos varios: el cine es caro, no me gustaban las texturas de las cámaras de vídeo para algo mío y las mejores cámaras eran muy caras de alquilar, y yo no pedia subvenciones. Lo intenté a través de cursos talleres, pero siempre me tocaba ser o ayudante de dirección o cámara (y claro, yo pasaba olímpicamente de ser ayudante de dirección). Así fui puliendo mi labor como cámara y fotógrafo, con los trabajos de otros directores y en todos los formatos posibles, pero casi siempre al borde de lo buenamente deseable, es decir, bajo presupuesto. En todos esos años me dedico a la imagen en sus vertientes profesionales, menos en el cine, en donde he seguido siendo un amateur (o el que ama, como me gusta decir) con inclinaciones profesionales en el hacer.

cortometraje Aniversario de nada David Delgado San Ginés

Así, al poder tener al fin una cámara propia y de una calidad decente, me decanto por intentar dirigir. Pero el detonante fue que me presenté como productor a las ayudas de CCER, con varios guiones, pero fui rechazado (uno de ellos, en su nueva versión, fue premiado este año en el Concurso de La Caja de Canarias-Ibértigo, después de quedar en reserva de las ayudas del gobierno en el segundo y último año que me decidí presentar a las ayudas). Curiosamente, uno de mis proyectos, presentado a través de otra productora, fue seleccionado, contra todo pronóstico, Sueño Fronterizo. Así es que, de pronto tenía dos proyectos sobre la mesa para el mismo año: Aniversario de nada y Sueño. Como ya tenía en marcha desde un año antes Aniversario, decido rodar este antes, con mi dinero y el de mis amigos y empreas colaboradoras. Eso me serviría de paso como entrenamiento para el otro rodaje, que sin duda me iba a exigir más por las peculiaridades de la producción.

Aniversario parte de un profundo estudio previo de la forma y del fondo, consultando fuentes de práxis estilísticas y significados, y como una necesidad vital de contar algo. Ese guión llevaba muchos años en un cajón, por lo que lo reescribí, despojándolo de los elementos que en la actualidad consideraba superfluos para mis gustos. El rodaje se realizó sin impedimentos mayores, pudiendo ejecutar mis deseos estilísticos en un porcentaje bastante alto. Sobriedad, despojo, ahondamiento a través del silencio que surge desde el interior de los personajes. Quizá la parte que más dura se me hizo fue la de dirigir a los actores, no a todos, ya que varios de ellos tenían una interesante experiencia anterior en cine y teatro, y ellos me ayudaron a encontrar el tono adecuado según mis deseos e inquietudes. Pero no todo es jauja en un rodaje, y pasé algún mal momento, superado gracias a mi ayudante Daniel León y al co-autor de la fotografía, Rafa Morán. Al término del rodaje ya estaba inmerso en el rodaje de Sueño Fronterizo, preparación y rodaje que iba a ser más duro que el anterior. Sobreviví gracias al equipo técnico y artistico. Fue un reto a todos los niveles, para todos los que estábamos allí. Los resultados finales de ambos trabajos están ahí y cada persona que los vea los podrá valorar.

Para desquitarme de tanto trabajo y cansancio mental, es por lo que decidí rodar al año siguiente “El aire de un día“, sin compromisos materiales fuertes, sin dinero, apenas sin personal, y en localizaciones naturales de exteriores. Gracias a todas las conexiones cósmicas resulté desintoxicado del trabajo del año anterior.

También me gustaría añadir la importancia de las localizaciones en esos tres cortos. En Aniversario estaba todo en el aire hasta que encontré por casualidad y de golpe dos localizaciones para los dos primeros cortos, una localización al lado de otra, puerta con puerta. Una reunía las condiciones para Sueño Fronterizo, y esa me llevó a descubrir, o mejor, a indagar sobre cómo sería la casa de al lado. Me brindaron la ocasión de verla y sí, era la casa que necesitaba para Aniversario de nada, y nos brindaban la ocasión de trabajar en ella. A partir de ahí todo fue rodado.

Las localizaciones son para mí primordiales, ellas me hablan, me dictan las necesidades, las normas de estilo finales, incluso el sonido (aunque no siempre se puede recoger en las mejores condiciones). Puedo decir sin dudas, que en mis cortos, los lugares son tan protagonistas como los personajes, se cohesionan, bailan al mismo son.