«‘Atentado‘ supuso un reto y un precioso viaje, que me llevó a lugares insospechados como creador y que disfruté mucho haciéndolo con todo el estupendo equipo técnico y artístico, cien por cien canario. Sin duda, es un cortometraje que no deja indiferente y que genera reflexión.»
En ‘Atentado‘, cortometraje de Roberto Chinet (‘El gigante y la sirena‘, ‘Novilunio‘, ‘Estrella‘) nos encontramos ante una hilada trama, que conjuga el conflicto familiar con un thriller de toque dramático y desesperado. Una historia en la que su director intentó tratar, de manera muy personal, una serie de temas, como son las fisuras de la familia como estructura social y la fragilidad del ser humano en un ambiente hostil y con raíces en conflictos del pasado.
Todo ello con un magnífico trabajo de su plantel de actores principal, una cuidada dirección, que se ve rematado por su notable acabado formal y técnico. Un trabajo que les recomendamos sin duda ver. Que sorprende, y que como Chinet nos dice, invita a la reflexión.
En esta entrevista formulada a su director, hemos conversado sobre el largo y curioso proceso de levantar ‘Atentado‘, las temáticas que suele tratar en su obra, sus influencias más directas, su forma de tratar la dirección y el placer que ha sentido al trabajar con este gran grupo de actores que conforman Alba Tonini, Vicente Ayala, Alicia Rodríguez y Leandro González, entre otras interesantes cuestiones.
¿Cuál es el origen de ‘Atentado’?
Atentado es un proyecto que desempolvé del pasado, basado en un antiguo guion que escribí a finales de 2004 afectado por el terrible atentado terrorista de Atocha del 11 de marzo de 2014. En aquella época vivía en Barcelona, donde estudiaba cine. El mismo día del terrible suceso tuve una clase de guion, mi profesor Michel Gaztambide (“No habrá paz para los malvados”, “La Línea Invisible”) nos propuso suspender la clase y crear un debate sociopolítico motivado toda la controversia que creó el gobierno de Aznar al señalar en un primer momento a ETA como autores del atentado.
De aquellos lodos, nació el germen que años más tarde Gaztambide y Urbizu llevaron a la gran pantalla con su premiado largometraje “No habrá paz para los malvados”. Yo en cambio, tuve que guardar mi guion de cortometraje titulado “Ekintza” (premio mejor proyecto de la promoción 2004-2007 del CECC) por falta de financiación para producirlo. Aquel era otro guion más relacionado con ETA e influenciado por un capítulo de la novela de Fernando Aramburu “Los peces de la amargura”.
Luego sucedieron varios intentos fallidos para levantar la producción hasta que el proyecto quedó almacenado en un disco duro. Pero la vida da muchas vueltas y nos conduce, muchas veces, a los mismo lugares que antes habíamos transitado. Así que en 2017 me tropecé con “Ekintza”, ya viviendo en Tenerife, y después de varios intentos, conseguí terminar de escribir la última versión precisamente el 11 de marzo de 2019: 15 años después del terrible atentado. Un momento que pone que eriza la piel, ese día era ajeno a la coincidencia de la fecha. Lo supe al poner la fecha en la última página del guion.
En ese momento sentí que, en cierta manera, el corto había esperado todo ese tiempo para ser contado. Y, sobre la marcha, decidí reescribir una secuencia importante del guion para añadir un guiño personal que ha quedado en el montaje final. Las historias conviven y se transforman con la vida de sus autores. “Atentado” es una prueba. Hasta el cierre del montaje final, propuso nuevos caminos y siempre tuvo una voz principal que muchas veces me obligó a modificarla. Fue siempre un proyecto vivo (muy cercano a la esencia de los proyectos de no ficción).
¿Cómo fue trabajar con el cast? Creo que cada cual en su rol lo hacen estupendamente.
Trabajar con actores de la talla de Vicente Ayala, Alicia Rodríguez, Alba Tonini y Leandro González ha sido un autentico placer. Además de ser grandes actores y actrices, son buenas personas. Y a la postre, esa calidad humana se hace notar en el trabajo y también en el resultado. La verdad es que tuvimos la suerte de tener tiempo y espacio para trabajar la creación de los personajes; pudimos hacer ensayos plantando una emoción común y a partir de ahí, crear la dinámica de la secuencia. Algo muy cercano a la forma de trabajar en el teatro. Lo disfrutamos mucho. En esos ensayos también contamos con el gran apoyo y colaboración de Fran Peraza, excelente coach actoral.
Creo que el secreto de una buena dirección es elegir bien a tus actores y saber guiarlos con templanza desde la confianza absoluta. Un director/a, sobretodo, debe contagiar entusiasmo y pasión por lo que está haciendo. Si tienes confianza, eso se refleja en el equipo; pero si tienes dudas, también las reflejas en tu equipo. En el rodaje debes ser muchas veces un niño (porque debe aflorar ese niño interior que contagia constantemente las ganas de jugar) y un padre, que confía y protege a sus actores en todo momento. Porque los actores son muy vulnerables a todo lo que les rodea en el rodaje… Cualquier circunstancia (positiva o negativa) les afecta e influye en su trabajo.
«Intento trabajar los temas sociales que me afectan, que me influyen o que me conmueven: las diferencias sociales, la indefensión del ser humano, las fisuras de la familia como estructura social, la fragilidad de los derechos de la infancia.»
Como anécdota, recuerdo un momento mágico que vivimos en el ensayo general de la víspera del rodaje con Vicente, Alicia y Alba (la familia). Hay alguna foto por ahí que plasmó ese instante: todos acabamos fundidos en un emotivo abrazo llenos de lágrimas. Fue uno de esos momentos que guardas en tu álbum personal. Después, todo esa verdad que compartimos, se vio reflejada en el rodaje. Aunque con Leandro el trabajo fue algo distinto, fue un trabajo más de búsqueda del personaje, más conversado y muy coreográfico, ya que su personaje no tenía ningún diálogo en escena. Era un personaje “mudo”. Una coreografía guiada por el ritmo de una música interior que fue creciendo en Leandro según avanzaba la preparación del rodaje y que luego, el consiguió volcar en su mirada, en cada gesto… con tanta intensidad y verdad, que meses después en la sala de montaje, el propio personaje me creó un serio dilema creativo que me obligó a tener que reescribir el guion y crear un diálogo interior en off que no existía previamente en el guion.
Pasas del tono y forma de cuento mágico que dabas en anteriores trabajos a algo más realista y bordeando la crítica social. ¿Cómo fue dar ese paso?
Creo que mi filmografía está marcada por los temas sociales, desde mis primeros cortometrajes como “Novilunio” y su trasfondo de crítica social. Los temas sociales siempre han sido importante en cada una de mis pequeñas películas, de forma directa o indirecta. Además del citado “Novilunio”, otros cortos como “Estrella”, “Folias de mar”, “Atentado” y el propio “El gigante y la sirena”, hablan sobre temas sociales a veces en modo de crítica y otras veces de manera encubierta por el tono fantástico o el realismo mágico.
Siempre he sido un autor con una mirada crítica de la actualidad, quizás a veces he recurrido a matizar esa mirada a través del prisma del realismo mágico o la fantasía, pero siempre el tema social ha estado presente. Y seguirá estándolo en los próximos proyectos. Creo que el cine tiene un poder que el cineasta debe saber utilizar para convertirte en un megáfono de los diferentes “ecos” sociales. A mí me gusta trabajar el tema de la muerte en las historias que escribo, como la muerte influye a los personajes y en qué manera los transforma o modifica. Pero de igual manera, también intento trabajar los temas sociales que me afectan, que me influyen o que me conmueven: las diferencias de las sociales, la indefensión del ser humano, las fisuras de la familia como estructura social, la fragilidad de los derechos de la infancia. Ser crítico con la sociedad que vivimos es una responsabilidad que tenemos que asumir los creadores. Transformar esa realidad desde la ficción debe ser nuestra función.
«Trabajar con actores de la talla como Vicente Ayala, Alicia Rodriguez, Alba Tonini y Leandro González ha sido un auténtico placer. Además de ser grandes actores y actrices, son buenas personas.»
Referencias a la hora de escribir y realizar este trabajo.
Desde un principio, mi idea fue construir la historia de un atentado como la crónica de una acción colateral motivada por el odio que afecta directa o indirectamente a los personajes. Como ya anteriormente comenté, la primera versión del guion tuvo una influencia importante en la novela de Aramburu pero esa referencia fue diluyéndose con las siguientes versiones que beben más del cine escrito por Paul Schrader y algunas aspectos formales del trabajo de Jaime Rosales en su película “La Soledad”. Aunque mi cine siempre está influenciado de los cineastas que más admiro, como Kieslowski, Kubrick o Scorsese. El cine es un arte total que bebe de muchas fuentes y por tanto, hacer cine, creo que lo debes plantear desde esa perspectiva.
Ya has adelantado que estás en la preproducción de un nuevo proyecto. ¿Nos puedes adelantar algo?
Si. El próximo proyecto que vamos a rodar en Novilunio Music and Films es “Preludio”. Es un proyecto que está en fase de preproducción, que se vio afectado por situación especial creada por la pandemia, por la que nos vimos obligados a posponer las fechas de rodaje. Si todo va bien, lo rodaremos en septiembre en algunas localizaciones del norte de Tenerife. “Preludio” es un corto muy especial y sugerente, unido a una canción: “Prelude to a Kiss”, una preciosa balada de jazz compuesto por el gran Duke Ellington a principio del siglo XX. “Preludio” es una historia de amor que viaja en el tiempo, pero también es un secreto escondido en el estribillo de esa canción. La estética y el ritmo del corto, estará muy cerca del cine de otro cineasta al que admiro: Wong Kar-Wai. Además, tenemos otro proyecto en desarrollo: el largometraje “Otra isla” que en el confinamiento, participó en el MAFF (Mercado de coproducción online del Festival de Málaga) donde llegamos a un acuerdo con una coproductora nacional. Si todo va bien, y la pandemia nos lo permite, quizás a finales de 2021 estaremos preparando el rodaje de lo que sería mi “opera prima”. Cruzamos los dedos.
«Creo que el secreto de una buena dirección es elegir bien a tus actores y saber guiarlos con templanza desde la confianza absoluta. Un director/a, sobretodo, debe contagiar entusiasmo y pasión por lo que está haciendo.»
¿Cómo ves el Audiovisual Canario en esta nueva era enfrentándonos al covid-19?
La visión que tengo está llena de incertidumbre, porque ahora se hace un poco más complicado (si cabe) el aventurarse a rodar en Canarias de forma independiente. Hay que ir paso a paso. Desde el presente sin mirar mucho hacia el futuro ni crear expectativas. Todo es nuevo. Protocolos. Normativas sanitarias. La gente aún sigue con miedo y miramos de reojo lo que pasa en otros lugares. Creo que la normalidad llegará, pero debe pasar un tiempo. Quizás el panorama a final de año lo veamos mucho mejor que ahora y todo esto quede atrás. Lo que tengo claro es que las situaciones tan extremas solo las podemos afrontar desde el positivismo, porque las crisis como la que hemos vivido dejan mucha huella en la sociedad.
Espero y deseo que lo vivido nos haga una sociedad más fuerte y que en particular, el colectivo audiovisual canario, esté más unido y deje atrás las diferencias. Esta pandemia nos obliga a todos a tener más respeto hacia el trabajo que realizamos y, sobretodo, al colectivo de trabajadores que vivimos de este oficio. El cine es un arte pero también es un oficio que depende de muchas personas. El factor humano es vital. Por tanto, debemos estar más unidos que antes. Yo, en particular, formo parte de la asociación de cineastas canarios Microclima. Creo que participar de este tipo asociaciones genera sinergias y músculo al sector local. Como lugar de encuentro y de intercambio de pensamiento sobre el cine canario, es muy positivo. En Canarias tenemos muy buenos cineastas, con mucha pasión y ganas por hacer cine. Ahora solo falta lo esencial, que las administraciones apuesten con más firmeza y convicción, para que en el futuro hablemos de esa utopía llamada: Industria audiovisual canaria. Creo que es una alternativa importante para paliar la irremediable caída del sector turística en Canarias.
«Mi cine siempre está influenciado de los cineastas que más admiro, como Kieslowski, Kubrick o Scorsese. El cine es un arte total que bebe de muchas fuentes y por tanto, hacer cine, creo que lo debes plantear desde esa perspectiva.»
En pocas palabras. ¿Cómo resumirías lo que ha supuesto este corto para ti? y ¿qué se encontrará el público al disfrutar su visionado?
“Atentado” supuso un reto y un precioso viaje, que me llevó a lugares insospechados como creador y que disfruté mucho haciéndolo con todo el estupendo equipo técnico y artístico, cien por cien canario. Sin duda, es un cortometraje que no deja indiferente y que genera reflexión. ¿Qué se encontrará el público? Un cortometraje contado con un montaje paralelo que confluye en un mismo objetivo, en el que la vida de estos personajes se cruza en un clímax sorprendente, lleno de verdad.
No queremos terminar la entrevista sin dejar un apartado para la cinefilia. Así que te preguntamos: ¿Cuál fue la última película que viste que más te impresionó? y ¿por qué?.
Fue hace unos días revisando «Interstellar«, de Christopher Nolan. Un film que siempre me sigue impresionando por su magnetismo y por lo complicado del viaje que nos propone hacer al público: un viaje cósmico a través de las «costuras» del universo para encontrar las dimensiones del alma. Ese viaje de lo macro a lo micro, me fascina. Pura poesía, puro cine.
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