Origen del proyecto
«Odio los lunes» surgió de varias cosas. Me acababa de comprar una nueva cámara DSLR y quería probarla. Como no tenía ninguna idea para un guión, pensé en adaptar un pequeño relato literario que había escrito en mi blog hacia tiempo. Por lo tanto ya tenía la historia. Luego pensé en rescatar una pequeña sinopsis que había escrito para una película y añadirla a lo que ya tenían en forma de dos historias más a las que uniría con la primera. Siempre me habían atraído los guiones corales así que me decidí a escribir esas dos historias más que tenía como base y conformar el guión completo. No es una manera muy ortodoxa de escribir pero este totum revolutum finalmente cogió forma en una historia.
Un cortometraje que se convirtió en mediometraje. ¿Cómo fue el proceso de transformación de la duración del proyecto?
En principio la historia estaba conformada para que durara cerca de 30 minutos. Pero una vez acabé el rodaje y vi el material en la mesa de montaje. Decidí dejarme llevar por el instinto y me salió un metraje de 45 minutos créditos incluídos. Incluso hice un ejercicio de síntesis y logré rebajarlo a 29 minutos pero la historia perdía parte de su esencia. Tomé la decisión de quedarme con el metraje más largo. El proceso ha durado casi año y medio desde el rodaje al montaje final. A causa de problemas personales y también de falta de un ordenador para montar cuando yo quería. Pese a todo esto contamos con un gran equipo que se comprometió desde el principio en el rodaje. Todos desde Lylyan Coronel en el estilismo y maquillaje, pasando por mis colaboradores habituales. Augusto Abreu, Raúl Iván Hernández que ha montado conmigo y fue operador de cámara, Daniel Miller como director de fotografía o Manolo Tricás al sonido y Jesús Agomar en la banda sonora como el cantautor Berto do Sol que ha compuesto el tema principal en exclusiva para esta película. A todos ellos, al resto del equipo y a las empresas y personas que han colaborado desinteresadamente le tengo que dar mil gracias y me quedo corto.
Una historia coral, ¿cómo ha sido trabajar con tan alto número de actores y de tan diferentes generaciones algunos, en comparación con trabajos anteriores?
La elección de los actores no fue complicada. Lo tenía muy claro desde el principio y como bien dices, el reparto está compuesto por actores de diferentes generaciones. Profesionales como Vicente Ayala, Alberto Omar Walls, Pedro Martín, Javier Almeda o Rita Rodríguez. Ha sido un honor para mí trabajar con ellos. En todo momento saben qué hacer, cómo hacerlo sin que apenas les tenga que dar indicaciones y esto facilita enormemente el trabajo. Son completamente unos auténticos profesionales del medio. Es curioso, pero pese a ello son unos secundarios de lujo. Digo esto porque el resto del plantel está integrado por actores más jóvenes y sin apenas experiencia en cine, sí más en teatro. Es el caso de Raúl Mesa o Nayra López. A Raúl le conozco de la facultad de Filología. Allí lo había visto actuar hacía ya años en el grupo de teatro y siempre me había gustado su perfil. Odio los lunes fue la oportunidad para trabajar con él. Nayra López, no es actriz. Años atrás había tenido experiencia en teatro y como clown. Decidí contar con ella por la naturalidad que me transmitía. El caso de Sara Saunders también es parecido. Se licenció en la Escuela de Actores de Canarias, la había visto en un corto llamado «X» el símbolo y también encajaba en el perfil que quería para su personaje. Y Santi López del que algunos dicen que se ha convertido en mi actor fetiche, podríamos llamarlo así. Ha participado en 4 de mis últimos cortos, pero ni mucho menos. El hecho de contar con él es por la gran profesionalidad que desprende. Creo que es un actor muy versátil y capaz de adaptarse a cualquier tipo de personaje y siempre que lo he llamado nunca me ha defraudado. Todo lo contrario. Me gusta trabajar con los actores, los profesionales son todo un seguro, con ellos las cosas son más fáciles y nunca me defraudan pero si es cierto que siempre me gusta descubrir gente nueva, que aporte un nuevo aire fresco y en Odio los lunes creo que lo he conseguido.
Si tuvieras que definir el mensaje o la búsqueda que has llevado a cabo con esta historia, ¿cómo lo definirías?
Pues la escritura de «Odio los lunes» ha sido diferente. Normalmente racionalizo más mis guiones. Con este no ha sido así, me he dejado llevar por lo que me pedía el cuerpo. En un principio quería hablar sobre los problemas que surgen en diferentes estados del amor en cuestión a una relación temporal, estos es: Cuando una pareja lleva poco tiempo. Cuando una pareja lleva ya un tiempo juntos pero rompen y se abocan a la soledad inicial de esa ruptura y la de una pareja con 40 años a sus espaldas.Todo esto concentrado en un solo día:Un lunes caótico. Esa es la premisa inicial, pero luego reflexionando en toda su amplitud. «Odio los lunes» habla del perdón, de perdonar y perdonarnos a nosotros mismos los errores, como receta para poder seguir adelante con odas las consecuencias.
Anécdotas del rodaje.
Anécdotas hay varias. Desde tener que repetir una toma 28 veces. Hasta parar el tráfico en una calle transitada en La Laguna porque no teníamos permiso para cortarlo. Son las cosas del rodaje de guerrilla.
¿Qué encontrará el público que se enfrente a «Odio los lunes»?
Encontrará una historia de personas normales que un lunes se levantan y se enfrentan a sus vidas personales, como el resto del mundo. Una historia coral que habla sobre el amor y el perdón.
Trailer: