Josué Ramos (Tenerife, 1980), realizador de cortometrajes como Killing Time (2008), La gran propina (2008), El corazón de Anita (2009) o New Order (2010). Hoy tenemos la oportunidad de hacerle unas preguntas al respecto de su último cortometraje, titulado Ánima. Finalmente nos ha cedido unos fotogramas exclusivos del cortometraje, ahora mismo en proceso de postproducción, que podrán ver al final de la entrevista.
Esto es lo que nos ha contado al respecto de esta historia sobre el amor de una madre interpretada por Virginia Ávila.
¿De dónde sacaste la idea para esta historia?
La verdad es que como todas las ideas que han acabado convirtiéndose en un corto, me ha llegado casi sin quererlo. Simplemente me relajo escuchando algún tipo de música que me evoque el estado y las emociones que me gustaría transmitir y luego dejo que empiecen a surgir los personajes y el entorno adecuado para la historia. Escribo ese boceto y a partir de ahí empiezo a darle forma. En el caso de Ánima, buscaba una historia conmovedora y dura a la vez, y sobre todo tenía ganas de hacer un corto en el que todo se pudiera contar sin que hubiera ni una sola línea de diálogo.
¿De qué trata Ánima?
Ánima cuenta la historia de una madre soltera y sus dos niños pequeños. Trata de la pérdida y de lo que una mujer puede llegar a hacer por amor a sus hijos.
¿Qué ha significado este rodaje en comparación con tus trabajos anteriores?
Sin duda ha significado muchísimo trabajo. La producción del corto ha sido muy larga y los 3 días de rodaje fueron agotadores, empezando a las 9 y terminando casi de madrugada. Aún así, dicen que sarna con gusto no pica, y si además cuentas con gente que te apoya y cree en el proyecto pues todo se hace mucho más llevadero. Aprovecho para dar las gracias a Elena, Patricia, Verónica y sobre todo a Miguel Juliá (mi héroe).
¿Cómo ha sido el trabajo con los actores en este cortometraje?
Simplemente fácil, el trabajo actoral es una de las cosas con las que estoy más satisfecho. Era la primera vez que trabajaba con Virginia Ávila y desde que hablamos la primera vez le dije que no quería hacer ningún ensayo, al no haber texto tan solo quería que se metiera en el personaje y que fuera lo más espontánea posible en cada situación, y desde luego así lo hizo. Lo mismo ocurrió con los niños, Miguel Ángel, Javier y Alicia se portaron genial. Y aunque confieso que tenía un poco de miedo de trabajar con niños por eso de que son bastante impredecibles, lo cierto es que pusieron mucho interés y fue como un juego para ellos.
Recuerdos de un rodaje…
Como fuimos un poco en plan guerrilla a grabar al parque, tuvimos la suerte de que apareció la policía a pedirnos los permisos. Yo me hice el loco y como la cámara con la que grabamos era la 5D de Canon les dije que sólo íbamos a sacar unas fotos, así que a pesar de tener delante la pértiga con el micro, la historia les pareció creíble y se marcharon.
Tampoco puedo olvidarme de Virginia imitándome por la casa como si estuviera loco, corriendo de un lado para otro y diciendo ¡Joder qué calor!, ¿Hiciste balance de blancos?, ¿Qué viene ahora?, ¡Necesito una aspirina!
¿Cómo ves el cine en canarias?, ¿crees que existe un apoyo a los realizadores? y ¿qué existe un interés del público canario por estos trabajos?
Existe apoyo para las productoras, pero no para directores nóveles que intentan salir adelante. De hecho si no tienes una productora no puedes solicitar una ayuda, y a partir de este año ni siquiera puedes presentar tu corto (hecho con dinero de tu bolsillo) a la convocatoria para tener distribución por distintos festivales. Así que las cosas no las ponen muy fáciles la verdad. Por otro lado pienso que el público valora notablemente el esfuerzo que hacemos para crear audiovisual en las islas, aunque bien es cierto que un poco más de promoción para muestras y proyecciones tampoco vendría mal.
Si tuvieras que resumir en una línea lo que el público se va a encontrar con esta historia ¿qué dirías?
El amor de una madre todo lo puede.