El gigante y la sirena nace de la necesidad que tengo como artista de contar historias que aborden un tema que me interesa mucho; la delgada línea que existe entre la vida y la muerte.
ROBERTO CHINET
“El Gigante y la Sirena” es una historia en forma de cuento mágico, que narra la historia de Marcos, un niño enfermo de leucemia cuyo objetivo es llegar a la habitación número 23 de un hospital para contarle un cuento a una mujer en coma profundo.
Drama, fantasía e imaginación, se entrelazan en esta historia circular que mezcla la mirada de sus personajes, y que invita al espectador a tener una mirada abierta para interpretar de manera libre los hechos que relata.
El cortometraje es un ambicioso y personal proyecto de género fantástico protagonizado por Aïda Baullmann, Antonio de la Cruz, Francisco Vera y el niño Leo Ramal; que a sus ocho añitos hace su primera incursión en los territorios de ficción. Además, el proyecto, recibió tres premios de postproducción en la 18º Semana del Cortometraje de Madrid.
Roberto Chinet, su director, guionista y editor, ha realizado cortometrajes como “Novilunio” (2009) o “Estrella” (2014), que obtuvo una mención especial en el 5º Festival Iberoamericano de Cortometrajes ABC.
Con él hemos hablado en una entrevista donde nos desvela detalles de este proyecto, que cuenta con la exquisita colaboración, además, de artistas audiovisuales y plásticos como Anatael Pérez, Dailos Gonher y Ocean Brothers, y también con el amplio bagaje de técnicos y productores como Eva Gara, Minia Díaz, Miguel J. Aguilera, Gabriel García y Jonathan González, entre otros. La banda sonora estará a cargo de Iván Capillas y la dirección de fotografía es obra de Omar Caballero.
Origen del proyecto
“El gigante y la Sirena” nace de la necesidad que tengo como artista de contar historias que aborden un tema que me interesa mucho; la delgada línea que existe entre la vida y la muerte. Abordar el tema de la muerte desde el realismo mágico se ha convertido en una seña de identidad en parte de filmografía. En este caso, el proyecto está ligado a una experiencia anterior que se frustró en pleno proceso de creación: hace tres años, varios realizadores canarios nos juntamos con la idea de hacer una película colectiva… Siete historias en siete islas. La pieza que yo cree sucedía en Tenerife y fue el origen de “El Gigante y la Sirena“.
¿Por qué decidiste rodar entre islas tan dispares como El Hierro y Tenerife?
Tenerife es el escenario donde transcurre la historia y El Hierro, por varios factores: por sus fondos oceánicos, porque Aïda Ballmann es herreña y porque allí están los Ocean Brothers: los mejores videógrafos submarinos que hay en Canarias.
¿Cómo ha sido trabajar con Aïda Ballmann, Antonio de la Cruz y Francisco Vera? El trío adulto protagonista.
Ha sido un placer y una gran suerte poder contar con los tres. Creo que son los mejores actores para crear los personajes de esta historia, además de ser tres grandes profesionales con una gran trayectoria a sus espaldas, también son tres grandes personas. Y este proyecto necesitaba tener calidad humana en el equipo técnico y artístico. Con ellos ha sido fácil lo que normalmente resulta difícil, que sintieran el proyecto tan dentro como yo. Y los tres, han demostrado durante el rodaje, que sentían el proyecto de forma muy personal.
Este corto es un “cuentometraje”: un cuento dentro de un cortometraje, con herramientas del cuento contemporáneo aplicadas en un corto fantástico que bebe de otros géneros como son el thriller y el drama.
ROBERTO CHINET
Decía Hitchcock que se debía evitar trabajar con niños y animales. No es la primera vez que trabajas con niños, creo recordar. ¿Cómo ha sido trabajar con Leo Ramal?, que a sus ocho añitos hace su primera incursión en los mundos de ficción?
El gran Hitchcock fue un genio por muchos motivos, además de crear grandes películas, también lo fue por sus frases… La verdad es que tengo experiencia trabajando con niños y también con animales. Creo que trabajar con niños nos es más complicado que trabajar con adultos, pero es diferente porque tienes que intentar jugar con ellos y tener más paciencia; pero también te aportan algo tan increíble como conseguir una mirada limpia y llena de verdad. Yo creo que las necesidades de la historia que quieres contar son las que marcan tus elecciones, y este corto, al tratarse de un cuento dentro de un cortometraje necesitaba de un niño para ser contado.
Desde el primer momento que vi a Leo en la primera prueba de casting, vi esa mirada limpia. La misma que había imaginado que tenía Marcos, el personaje, cuando escribí el guion. Fue una apuesta personal elegir a Leo para hacer el personaje. Hicimos un casting donde se presentaron casi 300 niños canarios, y Leo era uno de los más jóvenes y con menos experiencia… Pero desde un primer momento, supe que era él. Hizo un gran trabajo, de mucho esfuerzo físico y mental, porque el personaje era complejo y necesitaba de una transformación física que para un niño de siete años resultaba complicada. Tuvimos la suerte de contar con el apoyo de los padres de Leo, dos cinéfilos que aman y respetan esta profesión, y colaboraron muchísimo. Creo que Leo tiene mucho futuro en esta profesión y seguro llegará tan lejos como él quiera. Alguien dijo que el cine es un lenguaje de miradas… Y en los ojos de Leo reside gran parte de la magia de “El gigante y la Sirena”.
¿Referencias a la hora de enfrentarte al proyecto?
“El gigante y la Sirena” es la síntesis del imaginario fantástico que me acompañó en el viaje de la niñez hacia la adolescencia. Películas de los ochenta como “La historia Interminable”, “Los Goonies”… o algunas películas de Tim Burton como “Big Fish” son fuentes de inspiración para este “cuentometraje”: un cuento dentro de un cortometraje, con herramientas del cuento contemporáneo aplicadas en un corto fantástico que bebe de otros géneros como son el thriller y el drama.
Ha sido un placer y una gran suerte poder contar con Aïda, Antonio y Francisco. Creo que son los mejores actores para crear los personajes de esta historia, además de ser tres grandes profesionales con una gran trayectoria a sus espaldas, también son tres grandes personas. Y este proyecto necesitaba tener calidad humana en el equipo técnico y artístico.
ROBERTO CHINET
Entre tomas acuáticas, efectos y maquillajes especiales, y rodajes entre islas… ¿Cómo ha sido o está siendo la experiencia de afrontar esos procesos?
Pues afronto cada proceso con ilusión renovada. Ahora me encuentro en pleno proceso de montaje, en la intimidad de mi pequeño estudio, y con el rabillo del ojo miro hacia la campaña de crowdfundig o hacia las imágenes que me envía el diseñador de efectos visuales. Realmente el cine es un largo proceso con muchas etapas que te permiten, si tienes la suerte de participar activamente de todas ellas, renacer y renovar la ilusión en cada nueva fase que afrontas de la producción. Creo que el secreto es dejarte llevar por el proyecto, vivir con tu película en cada fase, dejando que crezcan sus alas con la aportación de todos los artistas y técnicos que componen el equipo de una película.
¿Por qué elegiste la opción del crowdfunding para terminar de financiar el proyecto?
Montar la producción de un cortometraje fantástico de las características de “El gigante y la Sirena” es complicado y supone un gran esfuerzo para los tiempos que vivimos en el cine español. Y más, siendo un cortometraje canario de más de 30.000 euros de presupuesto. Si quieres hacer un proyecto profesional, debes cuidar al máximo la producción y rodearte de un buen equipo artístico y técnico… Por eso he tardado más de dos años en montar el proyecto, buscando diferentes formas de financiarlo. Cinco meses antes de comenzar el rodaje, el proyecto recibió tres premios de postproducción en la 18º Semana del Cortometraje de Madrid. Ese hecho impulsó el proyecto y facilitó en gran medida parte de la financiación. Y, además de participar en subvenciones de la Comunidad de Madrid y del Cabildo de Tenerife, optamos por el crowdfunding para ayudar a completar la financiación. Nuestro proyecto tienen un propósito muy especial detrás y una gran carga social en su argumento, por eso creo que hacer partícipe al público en parte de la financiación a través del micromecenazgo hace más universal el cortometraje y es una hermosa forma de hacerlo realidad.
Alguna anécdota o anécdotas del rodaje que te gustaría señalar.
La verdad es que el rodaje fue una experiencia muy intensa y dura, por las condiciones climáticas, que nos dejó a todo el equipo muchos momentos que seguro grabaremos en el recuerdo. Pero yo me quedo con un acontecimiento mágico que nos acompañó en todo el rodaje, cada día al empezar la jornada disfrutamos de la presencia de un gran arcoíris.
Y finalmente, ¿qué se encontrará el público cuando el proyecto esté finalizado?
El público se encontrará con una historia circular que mezcla las miradas de sus personajes y que plantea varias formas de comprender el cortometraje, con un final abierto a la imaginación. “El gigante y la Sirena” es un cuento-metraje que quiere hacer soñar y sorprender al público.
TRAILER:
MAKING OF: